Los minerales son, por lo menos, tan importantes como las
vitaminas para lograr el mantenimiento del cuerpo en perfecto estado
de salud. Pero, como el organismo no puede fabricarlos, debe utilizar
las fuentes exteriores de los mismos, como son los alimentos, los suplementos
nutritivos, la respiración y la absorción a través
de la piel, para poder asegurar un adecuado suministro de ellos. Después
de la incorporación al organismo, los minerales no permanecen estáticos,
sino que son transportados a todo el cuerpo y eliminados por excreción,
al igual que cualquier otro constituyente dinámico.
¿Que es un mineral?
Estrictamente hablando, un mineral
es un elemento inorgánico (comunmente un metal) combinado con
algún otro grupo de elementos, o elemento, químicos como
puede ser un oxido, un carbonato, un sulfato, un fosfato, etc.
Sin embargo en el organismo, los metales no están combinados
de esta forma, sino de modo más complejo o de quelatos, combinados
con otros constituyentes orgánicos, que son las enzimas, las hormonas,
las proteínas y sobre todo,
los aminoácidos.
Los alimentos naturales son la principal fuente de metales para nuestro
organismo, tanto si el alimento es de
origen vegetal como animal.
En dichos alimentos, el metal se presenta en forma de un complejo orgánico
natural que puede ser ya utilizado por el organismo.
Sin embargo, los alimentos no son siempre suficientes en calidad y
cantidad para poder satisfacer todas las necesidades del organismo en dichos
metales, y en tal caso hemos de recurrir a los suplementos minerales para
aumentar la ingestión de metales.
La quelación es un proceso natural por el cual los elementos
inorgánicos minerales, son transformados en formas orgánicas,
que pueden ser absorbidas perfectamente por las vellosidades intestinales, y pasar así al torrente sanguíneo.
En esta forma son absorbidos los metales como el hierro,
el calcio, el cinc,
el magnesio, etc., es decir unidos
a aminoácidos procedentes de
la digestión de la proteína.
La quelación podría definirse como un proceso
en el que el mineral es envuelto por los aminoácidos, formando una
especie de pelota con el mineral en el centro, evitándose así
que reaccione con otras sustancias.
A través de experimentos realizados, se ha comprobado que la
absorción de los quelatos de aminoácidos
y minerales, es muy superior a la
de cualquier otro tipo de suplementos minerales.
¿Somos realmente deficitarios en minerales?
Si, lo somos. En efecto, la deficiencia en hierro está
ampliamente extendida, sobre todo entre las mujeres en período de
gestación. En general, las reservas de hierro
en la mujer son inferiores a las del hombre de ahí que la
mujer precise absorber más hierro.
El índice de absorción de los quelatos de aminoácidos
y hierro, frente a las típicas sales de hierro que se prescriben
como suplementos, han demostrado que casi cuatro veces más cantidad
de hierro cruza la pared del intestino cuando se toma en forma de quelatos,
que cuando se toma en forma de sales. Esta presentación del
hierro permite también una mayor retención en el organismo,
protege al mineral de la precipitación por causa de otros agentes
dietéticos, y no produce los efectos secundarios que se originan
con la ingestión de sales
de hierro corrientes.
Durante los procesos de manipulación, estabilización
y conservación de los alimentos, tienen lugar pérdidas
de la mayor parte de los oligoelementos.
Así, por ejemplo el 86 % del manganeso
(oligoelemento esencial) se pierde durante la moderna molturación
del trigo, el 89 % durante el blanqueado y refinado del azúcar y
el 75 % en el pulido para blanquear el arroz. Todas estas pérdidas
no son luego debidamente remplazadas a través de la alimentación.
Los modernos hábitos alimenticios tienden a favorecer el consumo
de alimentos con bajas concentraciones de manganeso.
También han sido observados en ciertos individuos, bajos niveles de cromo en los tejidos. La deficiencia de cromo se reconoce hoy como un problema nutricional que aparece durante la gestación y la edad adulta. En efecto, los niveles de cromo en los tejidos descienden con el avance de la edad, y su deficiencia puede relacionarse con el incremento de la incidencia de la diabetes observada en los adultos mayores. Existe también una relación entre la deficiencia de cromo y la arteriosclerosis y las enfermedades cardiacas.
Una gran parte del cromo presente de forma natural en los alimentos, se pierde también durante los modernos tratamientos de refinación. El ser humano recibe de 0,05 a 0,1 mg. de cromo con sus alimentos, pero no toda esta cantidad es absorbida. Los quelatos de aminoácidos, o la levadura rica en cromo, son la. única forma natural posible de tomar cromo, ya que resultan muy próximos a lo que se encuentra en el aceite de germen de trigo y en el salvado. De ahí la conveniencia de aumentar la ingestión de estos dos suplementos dietéticos.
Antes se creía que no existía deficiencia de cinc
en el hombre, pero se han encontrado enfermedades. causadas por carencias
de cinc en poblaciones mal nutridas.
Hoy existen evidencias de que enfermedades y dolencias físicas
pueden alterar el metabolismo y la excreción de cinc.
La ingestión diaria sugerida es de 15 a 20 mg, al día y se
ha visto que esta cifra no se alcanza. No existen reservas sustanciales
de cinc en el organismo por lo que resulta esencial una adecuada ingestión
diaria de este elemento.
El cadmio es un. elemento bastante tóxico que puede provocar
una deficiencia de cinc. Los crecientes niveles de cadmio en el humo
de los cigarrillos, y en la atmósfera de las áreas industriales,
contribuye a la extensión de la deficiencia de cinc, que está
empezando a ser observada en el mundo occidental.
Durante los últimos años se ha visto que las ingestiones
de magnesio han descendido notoriamente,
mientras que los contenidos de proteína,
grasa, azúcar
y calcio de nuestra dieta se han elevado.
En ausencia de un aporte extra de magnesio,
cada vea se acusa más esta deficiencia .Un incremento de la ingestión
de magnesio protege al organismo contra las enfermedades
del músculo cardíaco.
Los estudios realizados han demostrado que la dieta media de occidente
es deficitaria en magnesio y que la mayoría de los hombres presentan
un balance negativo de magnesio en su dieta. Por otra parte, los
resultados evidencian que existe un descenso en la concentración
relativa del magnesio frente a otros constituyentes del músculo
cardíaco, de sujetos que viven en áreas con aguas potables
blandas.
La deficiencia relativa de magnesio puede hacer aumentar el riesgo
de muerte por causa de enfermedad cardíaca
en dichas zonas.
Quizás el contenido de magnesio
en aguas duras, pueda ser suficiente para corregir una deficiencia marginal
de dicho elemento, pero esta deficiencia también puede presentarse
en zonas con aguas duras porque se ha suprimido casi totalmente el aporte
de magnesio procedente de la dieta.
El calcio penetra en nuestro organismo,
tan sólo, pero en cantidad suficiente, a través de nuestra
dieta, pero es eliminado continuamente a través de diversos caminos
(riñones, bilis, jugos digestivos y piel).
En la mujer el calcio resulta muy
importante durante la gestación
y la lactancia. La presencia de calcio
en las dietas, no garantiza su absorción, porque su control depende
de cierto número de factores, entre los que se destacan la presencia
de fosfato, de ácido oxálico y de ácido fítico.
La leche continua siendo la mejor
fuente de calcio de nuestra alimentación, a causa de su gran concentración
de este mineral.
Por desgracia el consumo de leche
va en descenso en todo el mundo. Una predisposición a la deficiencia
de calcio, es el factor fundamental
en el desarrollo de las enfermedades como la osteoporosis y la paradontosis,
Se ha demostrado que el aminoquelato de calcio es casi idéntico
a la forma natural del calcio que se encuentra presente en la leche de
vaca.
En resumen, cada día resulta más necesario volver a las
dietas naturales, o bien suplementar
nuestra dieta de forma adecuada en minerales.