Descripción General
El vino es una bebida alcohólica elaborada por
fermentación
del jugo, fresco o concentrado, de uvas. Su nombre proviene de la variedad 'Vitis Vinifera' que es la variedad de uva de la que
descienden la mayoría de las utilizadas para la elaboración de vinos, y las primeras en ser utilizadas para ello.
(aunque existen algunas excpeciones a este último dato).
Las características del vino las dan los factores que afectan a sus viñedos, a saber: región con clima, suelo y topología, mas los cuidados que le den los productores que lo elaboran. Es sabido que una uva que crece en un determinado lugar y produce un determinado vino, llevada y cultivada en otro lugar, producirá un vino con características distintas.
Para la producción del vino, las uvas recién recogidas son prensadas para que liberen su mosto o jugo, que es
rico en azúcares.
Luego de esto, las levaduras transportadas por el aire, o la adición
de levaduras seleccionadas al mosto, provocan la fermentación de éste, resultando
como principales productos de la fermentación el alcohol etílico y el dióxido
de carbono. Este último, liberado en forma de gas.
La fermentación se interrumpe normalmente cuando todos los azúcares
fermentables han sido transformados en alcohol y dióxido de carbono, o cuando la concentración del primero supera la
tolerancia de las levaduras. Para ese momento, lo que era mosto, se ha transformado en vino.
La graduación de los vinos varía entre un 7 y un 16% de alcohol por volumen, aunque la mayoría de los vinos embotellados oscilan entre 10 y 14 grados. Los vinos dulces tienen entre un 15 y 22% de alcohol por volumen.
Clasificación
Sería poco eficiente clasificar a los vinos solamente en el
lugar de origen. Una clasificación primaria es
aquella que los divide como (1) Vinos Calmos o Naturales, (2) Vinos Fuertes o Fortificados
y (3) Vinos Espumantes. Esta clasificación se basa en la técnica de producción llamada vinificación.
Reciben alguna dosis de alcohol, usualmente un brandy de uvas, en alguna etapa de su vinificación. Las interferencias
controladas tipifican la producción y características de los vinos fuertes resultando el
Vermouth,
Jerez,
Marsala,
Madeira y Oporto.
El contenido alcohólico
de estas variedades va desde los 16° a los 23° (grados por volumen).
Son aquellos del tipo del Champagne,
los cuales tienen dos fermentaciones.
La primera que es la habitual del vino natural, y una segunda que tiene
lugar en la botella. Algunos vinos naturales tienen cierta efervescencia
llamada pétillement, pero esta es muy suave y no es causada
como resultado de interferencias en el proceso de fermentación.
Si se trata de vino espumoso, este se elabora según distintos
métodos, siendo el más barato el de carbonatación
forzada usando dióxido de carbono. Los de calidad son aquellos que
no cuentan con aditivos y su segunda fermentación es alcanzada por
añejamiento. En todos los casos los vinos espumantes presentan cierta
sedimentación, donde los de calidad son de-sedimentados utilizando
distintas técnicas que pueden incluir auxilios mecánicos
y reapertura de las botellas, previo a su comercialización.
Colores
Otra clasificación de los vinos es a través de sus colores,
a saber tintos (rouge - red), blancos (blanc - white) y rosados (rosé - pink).
La última clasificación conocida para los vinos es la que los separa como dulces o secos.
Defectos que puede presentar el vino
- Inmadurez de la uva al momento de producir el vino. Esta se detecta a través de un sabor a tártaro (ácido). Este defecto puede ser remediado dejando añejar la botella.
- La acidez causada por una mala vinificación no puede ser remediada, y se detecta por un gusto a vinagre. (que en definitiva es la utilización que se le da a ese tipo de vinos defectuosos).