Muchos deportistas creen que consumir bebidas con altas dosis de cafeína, les ayudará a mejorar el rendimiento físico, reducir el esfuerzo o entrenar durante un período de tiempo más largo. Pero en la mayoría de los casos, estas bebidas resultan muy fuertes o los nervios y la ansiedad que se experimentan previos a la competición, ya resultan demasiado estimulantes.
En una de ellas, los investigadores concluían que al realizar ejercicio los músculos, quemarían mas grasas para obtener energía, y ahorrar la glucosa muscular (glicógeno), ya que la cafeína estimula la liberación de grasas en la sangre. Pero recientes investigaciones no apoyan esta hipótesis.
En realidad el efecto que tiene la cafeína, es estimular al cerebro, reduciendo la percepción del esfuerzo mientras se entrena, es decir que es capaz de que uno perciba menos el ejercicio, es decir menos fatigante.
Los deportistas que notan estos efectos son todos aquellos que no beben café de manera diaria o habitual, es decir los que están poco acostumbrados a la cafeína.
Debido a todo esto, no podemos recomendar a la cafeína como adecuada, dados sus efectos adversos y el nerviosismo que puede ocasionar.
Por otro lado, también se ha dicho que si la cafeína es tomada antes de realizar una actividad física, resulta diurética, pero las últimas investigaciones refutan esta afirmación, ya que no contribuye a eliminar líquidos.
Si bien una o dos tazas de café antes de ejercitar aumenta la energía, más cantidad sería de muy poca ayuda para un deportista. Pequeñas dosis de cafeína mejoran el rendimiento, pero dosis altas son altamente perjudiciales para ese rendimiento óptimo que quiere alcanzarse.
Se ha comprobado con varios estudios que un grupo de deportistas rendían exactamente lo mismo bebiendo 350 mg de cafeína, que cuando tomaban 850 mg.
La mejor manera de logar el mejor rendimiento físico ante una competición es estar bien alimentado e hidratado. Un buen desayuno y un buen almuerzo son los mejores energizantes.