Enfermedad en la que el colon pierde la capacidad para protegerse. Por
consiguiente, tal como en la gastritis, los
mecanismos autoinmunes agreden la pared intestinal provocando su ulceración
y/o perforación.
Los síntomas que la demuestran son fiebres, diarreas con sangre y/o pus.
Se diagnóstico se lleva a cabo a través de la realización
de una endoscopía rectal, biopsia y rectosigmoideoscopia.
La nutrición se vincula con esta enfermedad desde tres aspectos:
Para su tratamiento se sugiere un régimen adecuado intestinal sin estímulos.