Concepto de la enfermedad
El sida es un trastorno del sistema inmune donde la capacidad que tiene el organismo de defensa se ve disminuída.
Esta enfermedad es producida por un retrovirus llamado VIH (virus de inmunodeficiencia humana), que invade a las células del sistema
inmune (linfocitos T), se reproduce y se multiplica generando un colapso en el sistema inmunológico.
Si nuestro organismo no tiene la capacidad de defenderse, está expuesto a innumerables infecciones o tipos de cáncer que pueden causar la muerte.
Es esa vulnerabilidad del individuo, quien propicia la muerte y no la enfermedad en sí misma.
Este retrovirus (VIH) se transmite a través del contacto sexual o sanguíneo (fluídos corporales) con personas infectadas. Así mismo, los bebes de madres portadoras pueden contraer la enfermedad, aunque puede evitarse en un 75% de los casos, sometiendo a la madre a una terapia medicamentosa durante el embarazo y alimentando al bebe con leche de fórmula.
Ante esta o cualquier enfermedad, la mejor alternativa es la prevención, evitando las conductas destructivas y de alto riesgo, que ponen en peligro nuestro sistema inmunológico y por lo tanto nuestra vida. |
En la actualidad, entre el 50% y 60% de esos resultados VIH positivos, han desarrollado la enfermedad. Esta severa patología se desarrollará o no dependiendo del estado previo y posterior del sistema inmune en el momento de la exposición al virus.
Los investigadores han demostrado que aquellas personas con un sistema inmune dañado tienen un riesgo mucho mayor de contraer el sida, que las personas con un sistema inmunológico saludable.
Síntomas y enfermedades relacionadas
Existen en la actualidad una innumerable cantidad de personas infectadas con VIH, pero que aún no lo saben. Esto es debido a que los síntomas suelen demorar entre dos y cinco años en aparecer. A su vez son muy variables e inespecíficos, como ser:
Otras enfermedades íntimamente relacionadas con el sida son: la neumonía, el Sarcoma de Kaposi (cáncer de piel), citomegalovirus (CMV), herpes simple (HSV), salmonelosis, toxoplasmosis y tuberculosis.
La importancia de mejorar la calidad de vida
Una persona infectada puede mejorar su calidad de vida y por lo tanto su supervivencia, siguiendo desde el comienzo el tratamiento indicado. Parte de este tratamiento es fortalecer el sistema inmune eliminando todas las causas conocidas de supresión inmunológica e inhibiendo la actividad viral.
Los factores inmunosupresores más corrientes y destructivos de la vida diaria son:
A nivel nutricional como hemos mencionado anteriormente, una alimentación carente e inadecuada pone en peligro nuestro sistema inmune, es decir lo convierte en deficiente. Los pacientes con sida experimentan inapetencia (falta de apetito) que junto con una mala absorción de nutrientes provoca malnutrición, círculo peligroso que no beneficia a la calidad de vida de los enfermos.
Es por ello que la alimentación de estos pacientes debe ser hipercalórica y proveer proteínas de alta calidad biológica, para así prevenir estados carenciales que contribuyen a dañar el sistema inmunológico.
Entonces para que las defensas funcionen correctamente, se debe seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad, reducir el estrés en la manera de lo posible, y tener una actitud mental sana y positiva.